Viviendo entre porquería
Esta es una de las razones por las que aveces da miedo alquilar un piso. Tal y como están las hipotecas, con lo caros que son los pisos o casas, es complicado mantenerlos y mucha gente que adquirió uno en su momento ahora opta por alquilarlo, aveces a estudiantes otras a familias completas. Pero siempre el arrendador se arriesga a que su piso acabe hecho trizas, a que no paguen la renta o incluso a no poder desalojar a los inquilinos. No siempre es así pero cabe esa posibilidad.
En las fotos podréis ver cómo estos inquilinos tenían sus casas, en algunos casos de alquiler en otros propias, por problemas varios, unos porque los abandonó la mujer por drogas o alcohol, otros porque han perdido la custodia de sus hijos. Todos con algo en común el desorden y la suciedad, llegando en algunos casos a enfermedad, o lo que es lo mismo, síndrome de diógenes.

















