Un doloroso fetiche
Cuando hablamos del placer, no hay colores. Al parecer hasta lo mas extraño puede proporcionarlo, de hecho, hasta lo contrario al placer para algunos se convierte en placer, y ya no hablo del típico sadomasoquismo que tantos seguidores tiene, si no de recibir una paliza de tu pareja mientras estas atado.
Le deja como un cromo la amiga jajaja