Un lince de mascota
Este ruso decidió tener un lince de mascota cuando se «traumatizó» al ver como, de caza, mataban a uno. Lo compró, lo llevó a casa, y desde entonces han pasado 6 años en los que el enorme felino ha crecido y se ha adaptado a los humanos, convirtiéndose uno mas.
Según su dueño, le gusta, sobre todo, salir a la terraza en invierno. Cuanto menos… curioso :)