Un edificio mal demolido
El método más eficaz para derribar un edificio es la demolición controlada por cargas explosivas adheridas a los pilares y puntos fuertes de los edificios, aunque hay quien intenta realizar demoliciones a cañonazos.
Si los ingenieros encargados de que la demolición salga bien tienen algún error de cálculos y no colocan correctamente los explosivos, es posible que se líe parda.
Como ejemplo de una mala demolición tenemos esta realizada en Turquía, donde el edificio sólo se derribó de un lado y giró 180º hasta poner el tejado en el suelo y la parte de abajo mirando hacia arriba… todo un proyecto de ingeniería.