Si no te callas te callo
La vida en la cárcel es dura, no es cosa de débiles, por eso cuando uno está encarcelado en la comisaría de policía, a la espera de ser trasladado o puesto en libertad, y tiene que aguantar a drogadictos y borrachos, puede llegar a perder la paciencia.
En este caso, el borracho de turno no deja de liarla, y uno de sus compañeros de celda no está dispuesto a aguantar más sus tonterías y meterse en problemas, ¿la solución?, callarlo por las malas.