La muy cerda mea en la tienda
Si es que los hay muy guarros, atentos a esta mujer que no se corta ni un pelo en bajarse los pantalones en medio de una tienda y ponerse a mear, al instante un hombre se acerca ve el suelo mojado y lo toca para ver que de que se trata.
Se dan cuenta de que ha sido la mujer y la acusan de haberse meado, pero ella con todo el descaro del mundo lo niega y sale por la puerta que entró. Ver para creer, los hay cerdos como ellos solos.