Un salto doloroso
Los amigos aveces pueden ser demasiado crueles al hacerse los graciosos, en este caso se supone que los demás saben lo que hay y la víctima de la broma sale mal parada, con un pie roto y retorciéndose de dolor.
Menos mal que no le incitan a saltar de cabeza, si no el pobre chaval queda en el sitio. Atentos al salto fallido…