Salto base fallido
Sucedió en el 2006, espero que no esté repetido en la web, no recuerdo haberlo publicado. Un grupo de saltadores se dan cita en Idaho, concretamente en el puente Perrine sobre el río Snake, con una altura de 150 metros, altura suficiente para que un cuerpo humano en caída libre pueda alcanzar velocidades de más de 100km/h.
En uno de los saltos base algo sale mal y a uno de los saltadores, Jason Cooper, no se le abre el paracaídas, se precipita hacia el río a toda velocidad y acaba estrellándose junto a la orilla.
Por increíble que parezca Jason sobrevivió a la caída. Media docena de costillas rotas, cuatro vértebras fracturadas y un pulmón perforado, 2 semanas en el hospital y estaba de nuevo recuperado para saltar.
Su suerte fue caer sobre el fango de la orilla, lo que amortiguó el golpe, unos centímetros más a la derecha y no habría salido vivo del accidente.